Una gira con la formación original de los míticos Barón Rojo, la banda más grande y más exitosa del Heavy Metal en castellano, era considerada una quimera para todos los que hemos amado su música a lo largo de sus treinta años de historia. Los odios y las rencillas larvados en el seno de la veterana formación parecían insalvables. Hasta que en 2010 los cuatro miembros originales de la banda se arman de paciencia, sangre fría, y pragmatismo, y se embarcan en la gira que recoge este documental.

Obviamente, la historia de Barón Rojo, su importancia en la escena heavy española durante la transición, su clamoroso éxito internacional, y su posterior decadencia, aunque nunca dejaran de sacar discos y tocar en directo, son material demasiado jugoso como para que los directores de esta película, Javier Paniagua y José San Cristóbal, lo ignoren. Un documental que tan solo se centrara en la gira, su gestación, y su desarrollo tendría un valor innegable, pero para los seguidores de la banda, exclusivamente. Este documental, si bien se centra en la citada gira de reunión y trigésimo aniversario, también aborda los temas que cito al principio de este párrafo. De forma tal vez demasiado breve para quien no conozca a Barón Rojo, pero contextualizando eficazmente a la banda para aquellos que se asomen por primera vez a su música y su historia.

Dentro de esta labor de contextualización, son especialmente de agradecer las imágenes de archivo de la más exitosa época de la banda a principios de los ochenta, incluyendo su participación en el británico festival de Reading; o los testimonios de quienes más de cerca pudieron conocerles a ellos, y a la tormenta que desde el primer día se estaba gestando en el seno de la banda. Esta es la parte que me ha resultado más interesante y más disfrutable del documental, pero, no conviene olvidar, que la verdadera protagonista de la película no es la banda y su historia, sino su gira de trigésimo aniversario.

Y la gira esta documentada con todo lujo de detalle. Desde los primeros y tímidos contactos telefónicos, hasta su agridulce conclusión, pasando por los primeros ensayos, en los cuales se puede escuchar a la banda, aún oxidada en estos primeros días, desgranando alguno de sus clásicos imprescindibles. Importancia capital tienen las diversas entrevistas con los miembros de la banda, a través de las cuales se conoce mejor a cada uno de ellos, y sobre todo, las rencillas y enfrentamientos, nunca superados, ni disimulados, y a pesar de los cuales Barón Rojo vivieron sus mejores momentos, e incluso pudieron reunirse, fugazmente, para conmemorar su trigésimo aniversario.

Dricius.