Reseña by Fernando Iradier: Searching for Sugar Man.


Por respeto a su naturaleza misteriosa, desvelar el argumento de Searching for Sugar Man sería una auténtica canallada. En su lugar, formularemos una serie de preguntas sin respuesta. ¿Quién era Sixto Rodríguez? ¿Cómo es posible que un desconocido músico americano de los setenta llegase a erigirse en símbolo contra el Apartheid en Sudáfrica décadas más tarde? ¿Qué hay de cierto en la leyenda de su grotesco suicidio? Y la más importante de todas: ¿Hay algo de verdad en todo esto? Aunque se trata de un caso cerrado hace años, el director Malik Bendjellou enfoca estas y otras incógnitas como si de una película de detectives se tratase, un enigma en el que las pistas se esconden en herméticas letras de canciones, discográficas extintas y antiguas portadas de vinilos. Hay mucho material de archivo de por medio pero también unas fantásticas canciones, un par bellas secuencias animadas e incluso una escena propia del cine negro en la que un viejo productor musical ejerce de mafioso jubilado.

Searching for Sugar Man nos habla de la reconstrucción de un mito, de un hombre que lo tuvo todo para convertirse en uno de los grandes iconos del rock, un personaje místico surgido como por arte de magia de una niebla nocturna con su guitarra y sus gafas de sol para ser tragado nuevamente por la bruma del olvido. También de cómo su cautivadora figura cambió las vidas de todos aquellos que se embarcaron en su búsqueda. Este documental arrasó en Sundance, Tribeca y todos los festivales en los que ha sido proyectado. No es para menos. Nos hallamos ante una de esas historias que superan a la ficción y una de las mejores películas de la temporada. Un consejo: Absténganse de mirar en Wikipedia, vayan a verla vírgenes y dejen que la historia de Sugar Man les vaya abriendo la boca de asombro a medida que desvela sus secretos. Y después rebusquen en su vieja colección de discos a ver si encuentran alguno de Rodriguez. Quizás se lleven una sorpresa.

Fernando Iradier.