- Director: Benj Binks.
- País: Australia.
- Duración: 89 min.
- Año: 2011.
- Idioma original: Ingles, Mongol. V.O.S.E.
- Protagonistas: Gennie, D. Enkhtaivan, Quiza, Gee, Black Rose, B.Bayarmagnai, B. Zorigtbaatar.
- Guionista(s): Benj Binks.
- Editor(es): Ignacio Penche Perez, Davide Michielin.
- Compositor: Ned Beckley.
- Productor (es): Nubar Ghazarian.
Sinopsis
Mongolian Bling es una nueva visión del poder del hip hop y realiza un retrato sorprendentemente espontáneo de una cultura actual muy poco conocida – en un país que todavía trata de asimilar la revolución de 1990 que supuso el fin del comunismo y dio voz a los jóvenes.
En esta cultura antigua, con una valioso y turbulento pasado, los compases modernos y los ritmos de las calles se abren paso y contribuyen a forjar una nueva identidad.
Narrado desde el punto de vista pasional de los jóvenes raperos y la sabiduría de los músicos tradicionales, Mongolian Bling nos traslada desde las calles más bulliciosas de las ciudades hasta las llanuras cubiertas de nieve, siguiendo a las estrellas nacionales del rap mientras hacen realidad sus sueños con su llamativa estética.
En la capital, Ulan Bator, nos hallamos ante un floreciente panorama musical. Pero no todos están contentos. Mientras su país evoluciona rápidamente, Bayarmagnai – uno de los últimos cantantes épicos de Mongolia (interpreta sus canciones, que hacen referencia a las buenas cosechas y a la felicidad, en pleno invierno) – lucha por mantener vivo el tipo de arte que ama. La antigua tradición del “canto de la garganta” está perdiendo popularidad ante el ritmo del hip hop occidental.
A pesar de ello, Bayirmagnei apoya a los nuevos músicos, como Gee; un joven rapero procedente del empobrecido distrito de Ger, Quiza; uno de los raperos más populares del país, conocido por incorporar instrumentos tradicionales a sus canciones y Gennie; una prometedora artista que intenta superar las barreras sociales y políticas.
Mongolian Bling es la nueva revolución del hip hop. Es una obra política e impactante, que a pesar de las objeciones de los más retrógrados, pretende defender la joven democracia del país y permitir la continuación de las reformas de 1990, que posibilitaron el nacimiento de una nueva Mongolia.