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- 15 enero, 2015 -

La opinión de Fernando Iradier “Doctor Deseo: Busco en tus labios”

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Doctor Deseo tienen el inmenso mérito de haber conseguido mantenerse fieles a un estilo musical con denominación de origen desde su creación a mediados de los ochenta, como una alternativa al rock radikal que imperaba en Euskadi. Busco en tus labios supuso el primer pequeño-gran éxito de los bilbaínos, allá por 1987, nombre que toma prestado este documental concebido como acompañamiento para su último disco. Los directores Xabier Agirre y Carlos Iglesias recorren esta trayectoria abriendo un baúl de los recuerdos para disfrute de los incondicionales de la banda e incluso de todos aquellos que quieran aproximarse a su música desde fuera. Son los propios integrantes de la formación los encargados de narrar las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse a la hora de encontrar un sonido propio, su lucha por abrirse camino en una industria en la que no terminaban de encajar y el cúmulo de influencias que definieron su peculiar puesta en escena.

Hay un punto de inflexión que divide este trabajo en dos partes opuestas pero necesariamente complementarias. Efectivamente, Busco en tus labios comienza respetando el formato clásico del documental biográfico para terminar indagando en el aspecto poético de las letras. Es ahí cuando se da rienda suelta a un imaginario visual bidireccional, de la palabra a la imagen pasando por la música. El escritor Kirmen Uribe describe a la perfección la inusual sensibilidad de los temas que abordan Doctor Deseo, canciones que remiten al anhelo de dar voz a nuestras inquietudes y sueños más profundos. Ese deseo nunca termina, del mismo modo que esta película tampoco pretende poner punto final a lo que cuenta. Títulos como Hay cuentos aún por inventar o Al amanecer… seguir soñando dan fe de que a Francis y compañía todavía les quedan muchas historias por cantar. Lo mismo ocurre con aquella primera canción, regrabada para la ocasión. Qué duda cabe. Siguen buscando.